miércoles, 22 de marzo de 2017

Días que acaban lloviendo y finalizan bastante bien.

*Basado en hechos reales sobre el día de hoy sobre mi persona.

Aunque parezca un verdadero mito, existen días en los que tus ideas y pensamientos de recomponerte por completo te invaden como si un conjunto de moscas invadiesen tu cabeza sin dejarte mirar hacia otro lado. Sí, hablo de esos días en los que no estás del todo bien y te sientes más que inquieto al estar pensando en tu existencia, tus propósitos, tus metas, tu alrededor, tus círculos de confianza y tus amistades buscando múltiples soluciones para varios asuntos abiertos.

Aproximadamente a las 10 de la mañana, el día de hoy comenzaba algo incompleto para mi: Día nublado y realmente visible a través de la ventana junto a la cama, habitación algo desordenada tras una noche de dormir escasamente poco y teléfono móvil sin apenas batería casi en mi cara tras quedarme dormido. Todo ello, tras vivir una de esas noches en las que te invaden los recuerdos, las vivencias, las personas que vienen y van, los momentos buenos y malos y hasta los más pequeños detalles. No me sentía tranquilo pero, a pesar de ello, no me sentía totalmente desanimado sino que buscaba la sensación muchas veces abstracta de necesitar de alguien que me dijese: "Sigue adelante".

Tras otro día dejando de lado el ir a Toledo en búsqueda de cuestiones académicas que, por cierto llevo bastante bien, tras ir dejando de lado mi cama con algo de pereza, tras ducharme y tras desayunar, a las 11:25 me disponía ir a la Universidad Autónoma de Madrid con el propósito de ir a la Biblioteca de Humanidades a avanzar un poco el mi Trabajo de Fin de Máster. A las 12 en punto clavadas, entraba por la puerta de la biblioteca dispuesto a sentarme en alguna mesa libre de su sala de la planta de arriba, sin embargo, no podía mentirme a mi mismo al no estar meramente concentrado en lo académico diciéndome a mi mismo: "¿A quién pretendo engañar?". No llegué a sentarme y, directamente, me fui andando a paso ligero a mi facultad, la de Filosofía y Letras entrando por su puerta principal. Tras pasar todos los módulos, desde el I hasta el X, decidí concentrarme algo en una mesa en el pasillo de la planta baja justo a la puerta trasera de la salida de la facultad. Eran aproximadamente las 12:30 cuando creía estar concentrado, mintiéndome una vez más a mí mismo, cuando realmente lo que mi cabeza hacia era esperar la salida de dos personas que, a pesar de no reconocerlo en muchas ocasiones, son dos buenos recuerdos que siempre me voy a llevar de la universidad. Dos personas que, desde que les di una nota escrita a mano de mi puño y letra a mediados de enero, apenas sabía nada de ellas salvo miradas de afecto distantes por los pasillos. Tras 50 minutos esperando, las 13:20 marcaban en el reloj y yo estaba seguro de que sus clases de hoy terminaban a las 13:00 horas, así me lo pudieron corroborar algunas compañeras de clase suyas que estaban comiendo ya en la cafetería grande.

Con la miel en los labios, esa era una de las sensaciones tras no cumplir el objetivo de verse a modo encontronazo-sorpresa. Aunque pensándolo mejor, la mayor sensación que descendía sobre mi era la de tener ante mi una situación similar a la de ambos lados de una moneda a modo de pensar hacia mi mismo: "Marcos, sí el querer ver a esas dos personas para decirlas algo y darles un fuerte abrazo fuese provocado por lanzar una moneda al aire. ¿Qué te gustaría que saliese? ¿La cara o la cruz?". La cara siempre era la respuesta más buscada y correcta al pensarlo. No quedándome conforme, tras salir de la cafetería grande, me volví a recorrer la facultad de punta a punta y hasta me pasé por la Cartoteca para volver a verificar que allí tampoco estaban, que la única visita que realizaron en la misma fue la de ayer por la mañana.

Al ver que finalmente no se ocasionó el encontronazo-sorpresa, me fui a comer a casa para llegar al trabajo lo más rápido posible. Nada más llegar al trabajo, me encontré con esa sensación propia y personal de tanto ser paciente con alguien que me necesita y, sobre todo, yo a esa persona al mandarme un audio al WhatsApp de 9:04 minutos en los que, desde el segundo 1, ha pedido apoyo, ayuda y cercanía máxima dados los últimos acontecimientos como también, por otro lado, de volver a saber de dos personas de las que, pese a todo, quiero saber en casi todo momento.

Tras hablar las cosas y apaciguar los ánimos con opiniones como: "La actitud que has mostrado por el encontronazo-sorpresa esta mañana dice mucho de que todavía, pese a todo, te importo", "Marcos, no me hago mucho a la idea de que no mantengamos nuestra amistad por simples tonterías" y "Marcos, llego a las 20:50-20:55 a Avenida de América, allí nos vemos en los tornos del intercambiador", a las 18:00 horas aproximadamente estaba todo solventado y desde el trabajo veía en directo como nubes negras se convertían en días que acaban lloviendo y finalizan bastante bien. Sinceramente, en el próximo encontronazo-sorpresa que nos debemos, se verán abrazos. Sin lugar a dudas, el primero lo daré en apenas una hora en Avenida de América. En definitiva, el espíritu de lucha y de negociación sigue siendo eficaz por mi parte, todo ello, a pesar de que todo quizás no sea igual que antes.

Dedicado a Rivas, "Mozito" y, sobre todo, a esa compañera de viaje Rosa que, pese a todo, no quiero perder de vista en ningún momento.




martes, 7 de marzo de 2017

ÚLTIMAMENTE...

*En esta entrada, comenzaré cada párrafo con la palabra ÚLTIMAMENTE para hablar de aspectos tanto generales como personales. Sí, en mayúsculas como método para remarcar aún más los párrafos.

- Aspectos generales:

ÚLTIMAMENTE se han hecho realidad algunos terremotos geopolíticos de gran envergadura, siendo algunos de ellos: El triunfo del sí en la votación del Reino Unido sobre si permanecer o no en la Unión Europea. Finalmente, todos conocemos la victoria del sí del 'Brexit' apoyado por los fantasmagóricos, irrisorios y polémicos Boris Johnson y Nigel Farage, denominándolos así porque, muy libremente, apoyan la premisa de que Reino Unido es grande por sí misma y sin ayuda de una formación supranacional como lo es la Unión Europea. A veces, para evitar ciertas amnesias de algunas personalidades como ellos, es necesario tirar de hemeroteca para recordar que, hasta en la mismísima II Guerra Mundial, Reino Unido necesitó ayuda bélica y, sobre todo, económica de los Estados Unidos antes de entrar en la guerra hasta que, finalmente, éstos últimos decidieron entrar en guerra tras ser atacados por Japón en Pearl Harbour. Parece ser que la misma amnesia la tiene la propia Theresa May, la sucesora de David Cameron tras su fracaso en la votación del 'Brexit', al no querer salir de la Unión Europea tras ser ella la elegida para llevar a cabo dichos trámites como mera tecnócrata. El socialdemócrata Matteo Renzi, tras su derrota en el referéndum para la reforma constitucional en Italia, fue una muestra política más de que la credibilidad hacia el modelo vigente y los propios políticos se desvanece entre la gente normal y corriente. Sin embargo, el terremoto geopolítico de mayor envergadura en lo que a escala de Richter se refiere es la influencia de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, no tanto por su llegada a presidente sino por sus decisiones personales y tan desvariadas. Con el paso de los años la historia nos ha dicho, con bastante claridad, que el aislacionismo, el fanatismo y la insolidaridad son malos compañeros de viaje, sobre todo en países desarrollados como Estados Unidos, que viven a día de hoy gracias a una economía abierta y libre, una marcada globalización que no debe ser excluyente absolutamente a ningún país sea cual sea y, por supuesto, del intercambio comercial. Hace escasamente poco, hablando con alguien de vuelta del trabajo, lancé las siguientes preguntas: "¿La Unión Europea se tambalea tanto que se romperá? ¿Estamos ante un panorama global y mundial en el que hay más que tensiones políticas entre países?". Absolutamente sí, siendo realista. Sinceramente, los gobernantes deberían dedicarse más a aunar esfuerzos, trabajar por el bien común de la gente y, sobre todo, interesarse más por las causas que por las consecuencias porque, sinceramente, el pensar en las consecuencias lleva al preocuparse más por episodios finales que por salvaguardar con medidas eficaces, algo que creo que puede convenir a todos.

ÚLTIMAMENTE vemos ganando al capitalismo más insolidario, sobre todo, en países en los que se implantan medidas autericidas promulgadas principalmente por partidos de ideologías de derechas, es más, son muchas personas las que les votan, también libremente, legitimando aún más sus decisiones y sus políticas al darles el poder para ello. Capitalismo sí, y más aún en el siglo XXI, pero basado en la solidaridad de que todas las personas salgan beneficiadas de ello, no que solamente se beneficien los mismos de siempre, es decir, las élites. Un claro ejemplo de ello, es lo insultante que es ver como auténticos burócratas como Christine Lagarde (presidenta del Fondo Monetario Internacional) y Mario Draghi (presidente del Banco central Europeo) tienen sueldos de 352.859 euros anuales y casi 380.000 euros anuales respectivamente. ¿Cómo personas así tienen autoridad ética y moral para decirnos que las medidas basadas en la austeridad son las mejores para todos nosotros cuando, principalmente, los principios de sus organizaciones son ayudar a los países y a sus gentes de manera solidaria independientemente de las condiciones económicas de cada país?

- Aspectos personales:

ÚLTIMAMENTE no podemos vivir sin Internet, sin móvil y sin las redes sociales (como Instagram, Twitter o WhatsApp). El claro ejemplo de ello, es que los halagos parecen vivirse en directo mediante un 'Me gusta' en cualquier red social, un comentario vacío o un mensaje privado sin condimento alguno. Tal como lo dijo Nacho (un gran profesional de autoescuela con su Escuela de Conducción Velada) en un escrito en el libro de las Fiestas de Velada 2015 en Honor a la Virgen de Gracia titulado: "El WhatsApp puede esperar". Tras verlo, sonreí porque es totalmente cierto, sobre todo el poder disfrutar de ofrecer una nota escrita propia en puño y letra a alguien que realmente se lo merece, el vivir una quedada mágica en la que el estar preocupado por el teléfono móvil es a lo que menos atención tenemos que dar o el proporcionar una mirada o sonrisa recíproca de alguien que nos mira al preocuparse por nosotros.

ÚLTIMAMENTE, me he dado cuenta de que mis teorías no tan conspirativas acerca de que ciertas personas trabajaban por querer ver caer a personas debido a la envidia y al buscar la desgracia en ellas, era una realidad. Un triunfo en toda regla que, creo que no lo olvidaré nunca, viviéndolo en un cumpleaños de Víctor en el que conocí aún más de cerca a una Marta Recio que, tras unos ojos muy suyos algo achinados y una gesticulación de diversión y de ir por libre en una cara más que expresiva, me resolvió pequeñas pero importantes dudas que buscaba desde hace años, consistiendo en la dualidad de: ¿El culpable era yo o, de quiénes hablamos en aquella charla más que distendida, eran personas tan detestables y, encima, lo siguen siendo? Creo, sin dudarlo un solo segundo, que me faltó darle un fuerte abrazo tras una noche de confesiones tan buena y épica en la que, contando un pequeño secreto, la protagonista de la que he hablado nos dejó sin tortilla de patatas en el cumpleaños.

ÚLTIMAMENTE, debo agradecimiento sincero a los hermanos Chema y Diana. Al primero, lo puedo resumir con esto: "¿Qué te voy a contar ya a ti que no sepas?". Todo ello, tras muchas confesiones, viajes en los que lo que menos importaba era el peligro y visiones ampliamente compartidas. A la segunda, el estar para todo lo que haga falta y más, el hacer de mediadora y, sobre todo, el ser una persona a la que puedo confiar mi vida tras llegar a ver que, en seguramente uno de sus momentos más duros, salió conmigo a hablar de todo un poco para desahogarse, es decir, de su vida y sus problemas como un libro abierto.

ÚLTIMAMENTE, es necesario que alguien te parta la cara (siempre en sentido figurado) por el que dabas demasiado, incluso más del triple de lo que esa persona daba por ti, es de obligatorio cumplimiento el ir a resolver los problemas propios o reírse más de la cuenta sobre bromas más que malintencionadas hacia uno mismo y, por supuesto también, es vital dejar algo de lado a personas más que interesadas siempre en beneficios materiales y particulares, sin ser nunca compartidos o comunes.

ÚLTIMAMENTE, siempre llega un día en el que reaccionas, en el que solo tienes miradas para unos ojos entristecidos, casi debilitados y con ganas de pedir cariño casi por la fuerza. Y sobre todo, llegan momentos en los que ya diferencias las casi verdaderas amistades de las amistades de fiesta o de un favor, por ejemplo, tipo académico. Porque, realmente, las verdaderas amistades son las que están en las buenas y en las peores, y éstas amistades son como las hadas, a veces son un verdadero mito. a lo dice el dicho: "Cuando la policía llama a tu casa (pasa algo malo), hay 'amigos' que salen por la ventana".

ÚLTIMAMENTE, he dejado rotundamente de dar sermones a modo 'espabila' a personas a las que tenía un gran cariño y, simplemente, lo hacia por afecto y por su bien. Al fin y al cabo, la vida es disfrutar, sonreír y vivir al máximo pase lo que pase porque, sinceramente, el tiempo pasa para todos por igual y no vuelve. Tanto es así, que no hay que dejar de sorprenderse por las personas que se vuelven casi imprescindibles y no por las que se alejan, toman distancia o se van definitivamente.

ÚLTIMAMENTE, veo que más de la mitad de las veces se gana más callando que abriendo sentimientos o pensamientos a muchas personas. Triste pero totalmente cierto, muchas personas callan más por lo que temen que por lo que disfrutan, más aún cuando es mucho lo que les queda por decir, mostrar o llevar a cabo.

ÚLTIMAMENTE, he hecho algunas cosas tan recónditas como: Asesor e intermediador judicial en una causa familiar en la que cada vez se nos proporciona una mayor razón y de la cual tengo ganas de llevar a cabo, de promotor inmobiliario para vender una propiedad que no es mía, de personal del catastro y de la propiedad debido a asuntos familiares, de comercial telefónico para adquirir la mejor oferta línea fija+ADSL+móviles en mi casa, de defensor medioambiental, de asesor laboral y urbanístico de algunos conocidos y amigos, etc. ¿Soy muy polifacético no creéis? ¡Qué va! Simplemente creo lo mismo que dicen mis dos compañeras de piso: "Marcos, te cargas muchas responsabilidades a tus espaldas". Será que va en mi ADN...

ÚLTIMAMENTE, me siento más que vivo, como un verso libre, con ganas de comerme el mundo, con ganas de sonreír y dar confianza a personas que, realmente, se lo merecen. Sinceramente, me siento cariñoso para algunos, esquivo para otros pero, sobre todo, activo, altivo, fuerte y tenaz. Todo ello, tras decir que febrero prometió mucho pero es que marzo está prometiendo aún más en términos académicos, laborales, personales, políticos y sentimentales. Tanto que, muchas veces y desde hace días, recibo sonrisas compartidas y me dedico a sonreír a diario tanto en la calle como al mirarme al espejo.

ÚLTIMAMENTE...¡SIGAMOS!